Juraría que hubo un tiempo en el que yo tecleaba en Google las palabras exactas del error genérico del momento y el todopoderoso buscador me devolvía la tan ansiada solución. No recuerdo exactamente cuándo dejó esto de ser así -quizá por 2011, quizá antes- pero lo cierto es que llevo ya otro tanto de tiempo perdiendo el mío en búsquedas infructuosas plagadas de resultados basura y falsos amigos.

Puede que esto se deba a que, pasado por el filtro de la (mala) memoria, todo tiempo pretérito fue mejor. O puede que se deba a que yo antes supiera buscar y, con el paso de los años, la experiencia no me haya servido de nada porque las tecnologías han cambiado mientras yo me he empeñado en seguir trabajando a la antigu– No, espera. ¡Yo he cambiado con las malditas/benditas tecnologías! Malditas/benditas… depende del día. Hoy, por ejemplo, me inclino más por la primera opción; cuando puedo resolver un trámite a distancia, por la segunda; cuando para resolver ese trámite quemo teclado por errores e incompatibilidades, la primera. Así ad eternum, en un ciclo sin fin que lo envuelve todo y, aunque estemos solos, debemos buscar… y así encontrar… ¡Ojalá!
Google Panda
Ojalá la próxima vez que busque en Google me basten las comillas y un rango de fechas para dar con esa ayuda que me vendrá de perlas. Ojalá los cambios en su algoritmo (ese Panda) hagan algo más que poner de los nervios a los especialistas SEO. Ojalá no tenga que volver a enfrentarme a la falta de ética en los contenidos de una pérfida optimización web para buscadores.
Ojalá. Pues, aunque lo de utilizar el porno para atraer visitas esté (casi) superado, llenar Internet de bazofia, pastiches y plagios sigue a la orden del día y Google… Google pringa. Ahí es donde me empantano, me desespero y acabo buscando en Bing o en DuckDuckGo la respuesta a todos mis problemas y, sí, en más de una ocasión, he tenido suerte, porque definitivamente hay vida más allá de Google.

Así que, para que esta entrada os sirva de algo a vosotros (a mí ya lo hace como paño de lágrimas), dejaré unos cuantos enlaces relacionados con el tema:
- Aquí, DuckDuckGo, motor de búsqueda que asegura respetar la privacidad del usuario evitando registrar sus movimientos.
- Por aquí, Bing, el buscador de Microsoft que, aunque últimamente afine más los resultados que Google, imita su misma política de seguirte allá donde vayas una vez se te haya ocurrido iniciar la sesión.
- Ahora, un enlace de cómo funciona la búsqueda de Google, explicada por ellos en una especie de infografía animada, curiosa pero sin mucha chicha. ¡Ah! y en inglés.
- La línea temporal de los cambios en el algoritmo de Google, también en inglés.
- Y, para concluir, los últimos cambios en el algoritmo de Google, ¡en español! Para que no os quejéis. Actualizado, la última vez que lo consulté, hasta 21 de mayo de 2014 con Panda 4.0 y Consultas Spam 2.0.
Existen más alternativas, por ejemplo, el buscador Ask, pero me recuerda a Google embutiendo publicidad y sin resultados excesivamente relevantes. Igualmente, probadlo. Probad todos los que encontréis y, si encontráis la panacea, volved a contármelo :)
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