Vuelvo a las andadas para relatar un nuevo episodio de cómo lidiar con un Mac. Ahora le ha tocado el turno al Itunes.
Yo era feliz en un mundo en el que añadía canciones, modificaba nombres, géneros, ilustraciones… lo que se terciara y fuera necesario para maravillarme de lo impecablemente bien organizada que tenía mi ¿musicoteca? -hum, creo que el término no existe, pero se entiende-. Mi mundo musical estaba excelentemente etiquetado y clasificado. Lo estaba hasta que se me ha ocurrido que era buena idea pasarme unas cuantas canciones a la PS3 (a vueltas siempre con los mismos aparatos, vicios de una).
He copiado al pendrive, he conectado el aparatejo a la consola, he volcado el contenido y he descubierto, con horror, que mi mundo musical ideal tenía grietas: Las canciones no llevaban adjunta la ilustración del álbum al que correspondían, algunas ni siquiera tenían un álbum especificado. EL HORROR. Ay.
He vuelto al ordenador, he revisado mi Itunes. Todo correcto. He revisado entonces la carpeta original de las canciones y –ups– ciertamente no poseían toda la información que sí tienen dentro del Itunes. Manos a la obra, he investigado y he conseguido ampliar mi cultura general aprendiendo que existen las etiquetas ID3 que suman a los MP3 información adicional -imágenes, letras, detalles- y finalmente, desde el Itunes, las he aplicado para modificar las canciones originales (se seleccionan las pistas deseadas + botón derecho del ratón + «Convertir etiquetas ID3», versión etiqueta 2.4 recomendado) y… Y no ha pasado nada. Aparentemente no se ha movido nada. Los MP3 originales seguían tan escuálidos de información como antes.
Después de analizar durante un rato la situación (donde analizar soy yo mirando la pantalla del ordenador con cara de besugo) he llegado a la conclusión de que me tocaba buscar un poco más en Google. He buscado y he vuelto a encontrar lo que ya sabía. He dado un paso hacia atrás. Me he distanciado de la pantalla, he ladeado la cabeza, he entornado los ojos y se me ha ocurrido (mentira, se me ha escurrido el dedo sin querer en el ratón) ver el origen de las canciones del Itunes. TACHÁN. Oh, sí, las canciones que metes en el Itunes se colocan en una carpeta llamada «Itunes». Corrijo, las canciones que metes en el Itunes se DUPLICAN en una carpeta llamada «Itunes».
Llegar a este punto ha provocado en mí dos reacciones, una de alegría porque efectivamente mi mundo musical ordenado existía a fin de cuentas y, copiando los archivos de esa carpeta, la PS3 reconocería artistas, géneros, imágenes y todo; y otra reacción de decepción por un robo descarado de precioso espacio en mi disco duro: ¿de qué me sirve a mí tener las pistas de música duplicadas en el ordenador? Salvo para ocupar espacio, no le veo ninguna utilidad. Pero ya me tengo la lección aprendida. Sí. Espero que no pase lo mismo con las películas, es algo que no he probado.
Entre una cosa y otra, se me ha ido la tarde. ¡HOP!
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