Ahora empieza lo bueno. Después de haber encontrado un tema del que hablar y haber escrito algo, podríais decir: Venga, pues ya tienes relato, deja de dar la murguita. Pero habíamos quedado que este blog era mío y yo hacía lo que quería con él. Así que sigo.
Segundo punto de este proceso creativo:
Profundizar en el contexto histórico
La idea de esta parte del proceso es tener lo más claro posible el escenario en el que se va a desarrollar el relato. ¿Habéis visto alguna vez un editor de videojuegos en el que podéis tomar el control de la cámara y pasearos por los mundos de un juego? Sin personajes, solo los mapas, la ambientación, los efectos de iluminación… Esto sería parecido.
Mi personaje
Decía en la primera entrega, que ahora tocaría hacerse una composición de lugar del personaje: familia, dónde aparece en la línea temporal, qué es de su vida… Esto no es parte del escenario en sí, pero ayuda a darle forma: Si yo sé que mi protagonista es un pescador que va de camino al trabajo, podré investigar cómo eran los puertos de pescadores en el momento y lugar históricos de mi relato. En este caso mi personaje es un simple oficinista padre de familia que debe acudir al banco antes de entrar a trabajar un lunes de agosto de 1945.
Os presento a su familia:

Y esta es su línea temporal:

Tengo esto aquí pasado a limpio porque sí formó parte de un ejercicio del taller. No es necesario montarse este croquis cada vez que se vaya a contar algo. Se puede tener claro en la cabeza o garabatearlo en un papel. Se puede no pensar en ello también, pero cuanto más vaga sea la idea que tengamos, menos detalles podremos aportar y los detalles son primordiales para cargar de verosimilitud una historia. Por cierto, mirad las edades de los hijos, ¿dónde creéis que están en 1945?
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